Cambur Blanco: ¿un enigma prehistórico?
Algunos investigadores sostienen que el Cambur es
un ave prehistórica aparentemente no voladora [1]. Otros no, y asumen su
existencia únicamente como animal mitológico de la zona circundante a Zirak
Zigil [2], o a algunos entre el este y el oeste hasta Uqbar inclusive [3]. Por
ende la situación es debatida entre realidad y la mitología [4]. Se describe
como un animal bípedo, emparentado con el Dodó, y de un tamaño similar a un oso
pardo mediano. Su desarrollo óseo se asemeja más a las aves que a los
mamíferos, lo que sugiere un posible carácter híbrido, ya que habría evidencia
de glándulas mamarias e hibernación [1]. La variante aún más enigmática es el
Cambur Blanco [4]. Se cree que este animal desarrolló su coloración al vivir
bajo tierra, buscando refugio de los depredadores más voraces, entre ellos la
humanidad primitiva. Existe la creencia de que la caza sistemática del Cambur
por parte del ser humano llevó a su extinción [2]. Además, se plantea que este
evento pudo haber desencadenado un cambio en la naturaleza humana,
intensificando su carácter depredador desmedido y sentando las bases para
muchos de los males que aquejan a la humanidad en la actualidad. Algunos
autores sostienen que ciertas sociedades secretas están intentando devolver el
Cambur Blanco a la vida desde la inteligencia artificial [5].
[1] Duncan, R. P., Blackburn, T. M., & Worthy,
T. H. (2002). Prehistoric bird extinctions and human hunting. Proceedings of the Royal Society of London. Series B: Biological Sciences, 269(1490), 517-521.
[2] YILMAZ, S. (2019).
MANIFESTATION OF HUMAN-ANIMAL RELATIONS ON MYTHS. PROCEEDINGS BOOK, 843.
[3] Brauen, G., Pyne,
S., Hayes, A., Fiset, J. P., & Taylor, D. F. (2011). Encouraging
transdisciplinary participation using an open source cybercartographic toolkit:
The atlas of the Lake Huron Treaty relationship process. Geomatica, 65(1), 27-45.
[4] Skolimowski, H.
(1983). Power: Myth and reality. Alternatives, 9(1), 25-49.
[5] Herdt, G. (1990).
Secret societies and secret collectives. Oceania, 60(4), 360-381.